2006-02-22
2006-02-09
Invitación a Benedicto XVI
Hago una excepción en el planteamiento de este cuaderno virtual, para incorporar un texto sencillo, como el aleteo de una mariposa en la turbulencia del huracán, para comunicar la paz en tiempos de tumultos, iras desenfrenadas y odios viscerales.
CIUDAD DEL VATICANO, miércoles, 8 febrero 2006
Publicamos la carta que dirigió el 31 de enero el padre Andrea Santoro, sacerdote italiano misionero en Turquía, asesinado el 5 de febrero, mientras rezaba en la iglesia de la que era párroco en Trabzon, ciudad del Mar Negro.
Por indicación del Papa, la carta es publicada en la edición italiana de «L'Osservatore Romano» del 9 de febrero. Según el pontífice, en este documento, «se refleja el celo, la fe, el amor, que palpitaban en el corazón de don Andrea Santoro».
Roma, 31 de enero de 2006
Santidad:
Le escribo en nombre de algunas señoras georgianas de mi parroquia, «Sancta Maria» en Trabzon (Trebisonda) en el Mar Negro, Turquía. Me la han dictado en turco, se la traduzco tal y como ha salido de sus labios y se la entrego con motivo de mi visita a Roma. Soy don Andrea Santoro, sacerdote «Fidei donum» de la iglesia de Roma en Turquía, en la diócesis de Anatolia, residente aquí desde hace 5 años. Mi grey está formada por 8/9 católicos, muchos ortodoxos de la ciudad y los musulmanes, que conforman el 99% de la población. Usted, Santidad, es tanto el obispo de mi diócesis de origen (Roma) como el obispo de mi diócesis de destino, pues se trata de un «vicariato apostólico». En virtud de este doble título le entrego la carta de las tres georgianas.
«QUERIDO PAPA:
Le saludamos en nombre de todos los georgianos. Pedimos a Dios salud para ti en el nombre de Jesús.
Estamos muy contentos de que Dios te haya escogido como Papa. Reza por nosotros, por los pobres, por los miserables de todo el mundo, por los niños. Creemos que tus oraciones llegan directamente a Dios. Los georgianos son muy pobres, tienen deudas, no tienen casa, ni trabajo. Nos hemos quedado sin fuerzas.
Vivimos en estos momentos en Trabzon y trabajamos. Tú reza para que Dios nos bendiga y cree en nosotros un corazón nuevo y limpio. No nos olvidamos de la vida cristiana y tratamos de ser un buen ejemplo para los turcos en nombre de Dios para que a través nuestro vean y glorifiquen a Dios.
Tenemos muchas cosas que decir y contar, pero, Inshalá [si Dios quiere, ndt.], si vienes a Trabzon, podremos hablar cara a cara. Tu venida será una fiesta feliz. Pedimos y deseamos de Dios para ti salud, paz y vida cristiana. Besamos tus manos. Nos alegrará el que respondas y nos mandes una foto con tu firma.
Tú, como un papá común, reza por don Andrea y Loredana [voluntaria italiana que colabora en la parroquia, ndt.], que Dios les dé fuerza y que por medio de ellos la Iglesia crezca y se multiplique en Trabzon».
Firman: Maria, Marina y Maria
En nombre de los demás cristianos georgianos, te invitamos a Trabzon con motivo de tu próxima visita en noviembre a Turquía.
Santidad:
Me uno a estas tres mujeres para invitarle verdaderamente a visitarnos. Es una pequeña grey, como decía Jesús, que trata de ser sal, levadura y luz en esta tierra. Una visita suya, aunque sea rápida, sería de consuelo y aliento. Si Dios quiere… no hay nada imposible para Dios.
Le saludo y le doy las gracias por todo. Sus libros me sirvieron de alimento durante mis estudios de teología. Bendígame. Y que Dios le bendiga y le asista a usted.
Don Andrea Santoro
sacerdote «Fidei donum» de la diócesis de Roma en Turquía,
Diócesis de Anatolia, ciudad de Trabzon en el Mar Negro,
iglesia de «Sancta Maria». (Zenit)