Por Juan Pablo II

Padre nuestro, que estás en el cielo,

santificado sea tu nombre,

venga a nosotros tu reino,

hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día,

perdona nuestras ofensas

como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden.

No nos dejes caer en tentación,

y líbranos del mal.
AMEN.
0 Opiniones:
Escribe tu comentario
<< Volver al último artículo