Vuelven las palabras
Un día, lejano ya, echamos a volar las palabras esperando que alzaran vertiginoso vuelo y, recorriendo recónditos lugares, alcanzaran la libertad de nuestros sueños.
Y las otras palabras, aquéllas que no pudimos pronunciar -no, no penséis que nos estaban vedadas-, las que no éramos capaces de soñar, las que sentíamos quemarnos las entrañas, las que amábamos en los versos del poeta querido, esas las acariciábamos como a ángeles intangibles.
Ahora vuelven, acariciadas por tu mirada, descritas por tu pluma, esas mismas palabras que creía perdidas.
Salinas, González, Valente, Cernuda, Altolaguirre, Alonso, Diego, Aleixandre, Otero...
¡Tantos...!
Y olvido las palabras extrañas, también fueron mías, pero no aquí -todos los Pessoa, Elliot, Blake; también Borges...
Y más allá de las palabras, más adentro, siendo apenas lo que somos... los sentimientos.
Y las otras palabras, aquéllas que no pudimos pronunciar -no, no penséis que nos estaban vedadas-, las que no éramos capaces de soñar, las que sentíamos quemarnos las entrañas, las que amábamos en los versos del poeta querido, esas las acariciábamos como a ángeles intangibles.
Ahora vuelven, acariciadas por tu mirada, descritas por tu pluma, esas mismas palabras que creía perdidas.
Salinas, González, Valente, Cernuda, Altolaguirre, Alonso, Diego, Aleixandre, Otero...
¡Tantos...!
Y olvido las palabras extrañas, también fueron mías, pero no aquí -todos los Pessoa, Elliot, Blake; también Borges...
Y más allá de las palabras, más adentro, siendo apenas lo que somos... los sentimientos.
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